JULIA, laberinto de memorias
De Fernando Alegre
Y si, por un momento, volvemos hacia atrás en nuestra
historia? Si nos deslizáramos por el túnel del tiempo hasta llegar a nuestra
infancia? A un universo inocente provisto de sueños, de ganas de crecer, con
deseos de querer y que nos quieran?...En esos tiempos, nuestros corazones
grandes, abiertos, esperan ser llenados con amor, nuestras inmaculadas almas se
preparan para abrazar a la bondad de todo aquel que nos rodea sintiendo que la
vida nos espera para ser feliz y hacer feliz a los demás
Si, ahí esta Julia, una niña decidida a relatarnos sus
vivencias, sus sueños, sus tristezas. Para descubrir como, en realidad fueron
sus días, como la soledad la sostuvo, como la manipulación apareció sombría,
como sus lágrimas bañaron sus mañanas, como el terror convivio con ella y como
sus adorables "amigos" la ayudaron a sobrevivir. Por eso, con ese
ejercicio de volver al pasado, nos deja visualizar la violencia encubierta y la
insensibilidad de muchos seres, que justamente castigan a los "otros"
por ser seres humanos heterogéneos y cambiantes, discriminándolos, siendo
victimas de sus aberrantes victimarios. Julia, es un disparador. Ella nos
cuenta sus amargas experiencias en esos tiempos al que llamamos "la mejor
edad", la niñez.
Stella Matute, protagoniza "Julia, un laberinto de
memorias"; el contexto nos muestra como su belleza externa se funde con la
violación interna; el caos se apodera de nosotros mientras Julia con su dulzura
despliega sus angustias y sus miedos. Insuperable la actuación de Stella Matute
cuya solidez interpretativa nos lleva a transitar por ese brumoso mundo interno
de una manera cálida, amable, pueril, con una maestría notable.
Impresionante, la dramaturgia de Fernando Alegre para
hilvanar este argumento tan imbricado a una fuerte introspección, lleno de
cándidos matices conductuales y de una innata ingenuidad convertida en palabras
desesperadas. Al igual que su impecable dirección que hace que todo lo que
suceda sobre el escenario sea preciso, contenido, con esa dualidad constante
que nos dulcifica y nos repele a la vez. Su minuciosidad, en todo sentido, es
admirable.
El decorado esta compuesto por variados elementos, diseñados
con doble intensión, ya que en el transcurso de la historia van tomando un
importante sentido. Hay creatividad por donde se lo mire. Muy estética cada
escena, que se convierten en un cuadro memorable. Un equipo técnico
comprometido acompañan esta puesta, con profesionales que se destacan en cada
uno de sus roles.
Invitamos a verla, por el texto estremecedor que es
inevitablemente actual, por su excelente actriz que es para aplaudir de pie, y,
porque es un juego teatral en su máxima expresión donde la fluida comunicación
imaginaria se une a la complejidad simbólica del tema en cuestión.
MÁXIMA RECOMENDACIÓN!
Redactora: Estela Gómez
14/05/2022
LINK DE LA CRÍTICA: https://culturadelserproducciones.jimdofree.com/2022/05/17/julia-laberinto-de-memorias/
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